Nos vamos al Gym.

Ayer fui al gimnasio, como lo vengo haciendo todos los martes y jueves, y fíjate por donde el ratito que tuve antes de entrar en mi clase de GAP (glúteos, abdomen y piernas), estuve observando al variopinto personal que frecuenta el mismo.

 

Creo que al gimnasio van 4 grupos, los que disfrutan y lo viven, los que van como si fueran al matadero pero creen que el deporte es necesario por diferentes motivos, los que van a pasear palmito y a pillar cacho, y los que no tienen otra cosa que hacer y pasan allí la mañana o la tarde haciendo deporte pero con bastante relax.

 

Yo reconozco que soy de l@s del primer grupo, lo vivo y disfruto. Me parto de la risa, algunos días nos meten movimientos de body combat y claro, siendo como soy y que no digan, si tengo que dar a un tío de 2 metros una patada por encima de mi cabeza lo hago, si señor, aunque me deje los ligamentos en el techo. Hay otro grupo de compañeras, que se pegan con alguien pero de su tamaño, y más bien tirando a blandito, estas serían las del grupo2. Los del grupo 3 evidentemente no entran en esta clase, no se a que clases van, creo que son más fuertes o que se yo, y luego están los del grupo 4, aquellos que van de relax, pues imaginaros se pelean con David el gnomo, estando más frescas que una lechuga.

 

Lo cierto es que cuando estamos con este rollo, yo sola me monto una película en mi cabeza, que si me van a atracar 3 tíos al mismo tiempo, en el carril bici de mi casa, dando eso sí mi mejor golpe pis pas, pis pas…..Me parto. Un show.

 

Este año han empezado unas tías de lo más equipadas, de los pies a la cabeza, con unos tipazos, finas…. Y ayer que dio unos pases de body combat la profe, me fije en ellas pensando que estaban preparadas y se sabían los pasos, y cual fue mi sorpresa, se ponen a dar GRITOS!!! Joder acojonada, sin saber si es que las iba a dar un yuyo o es que estaban viendo a los 3 tíos que veía yo que me iban a atracar.

 

Lo cierto es que hay momentos en que me sirve de terapia el ver lo que hay a mi alrededor, me parto y me mondo.

 

Pero vamos que mucha patadita y mucho puñetazo, pero luego ná de ná.